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martes, 1 de noviembre de 2022

Boletín Caminos de Hierro en Bahía Blanca, Nº 115, nov - dic 2022.

 

 

Caminos de Hierro en

Bahia Blanca

                                                                                          

      Ferrocarril Pago Chico

Número 115

 

Caminos… es una publicación de Héctor F. Guerreiro, Bahía Blanca, Bs As, Argentina.

Año XXIII   nov  – dic  2022

“La colección completa de este boletín (Nº 01 al Nº 115) puede ser consultada en la Hemeroteca de la Asociación Bernardino Rivadavia”

En este boletín:

El ferrocarril de Bahía Blanca  a  Patagones - Capítulo VI

 Misceláneas.

 A 100 años de uno de los grandes proyectos de irrigación en la vía a Patagones: Juan A. Pradere (1912 - Agosto – 2012).

Proyecto de Irrigación del río Colorado en 1914 para la zona de Hilario Ascasubi.

El límite entre la zona bajo riego y de secano en el partido de Villarino. Una visión desde la vía.

El retroceso de la desertificación en campos linderos al ferrocarril entre las Estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi. Una visión ferroviaria.

La vía Patagones paralizada por la invasión de arena sobre sus rieles.

Nubes de polvo en la línea a Patagones.

El palenque de la estación Stroeder.

El Tanque para reserva de agua en la estación Patagones.

Auto Expreso Patagones: el auto que llegó primero que el tren.



A 100 años de uno de los grandes proyectos de irrigación en la vía a Patagones: Juan A. Pradere (1912 - Agosto – 2012)

Mucho tiempo ha transcurrido, y cuantiosos trabajos debieron llevarse a cabo, para que el riego del Río Colorado permitiera el desarrollo de este próspero valle bonaerense. Antiguos registros ferroviarios revelan que uno de los grandes proyectos de gran envergadura en esta zona data de un siglo atrás.

Sin lugar a dudas la llegada del ferrocarril a la zona del Valle Bonaerense del Río Colorado, trajo consigo el desarrollo de toda esta región. En Agosto de 1912 se habilitaba al servicio la estación ferroviaria de Pedro Luro, mientras que en Octubre de 1914 lo hacía la estación Stroeder. Por entonces algunos de los nuevos establecimientos rurales -como así mismo los ya existentes- comenzaron a esbozar los primeros proyectos de apertura de canales de riego, a cargo de particulares y colonos, en la búsqueda de captar agua del Río Colorado en pos del progreso de sus emprendimientos agropecuarios.

 Muchos de los canales que comenzaron a delinear lo que pasaría a conformar en el futuro el sistema de irrigación del Valle Bonaerense del Río Colorado, se encontraban ahora con un obstáculo o barrera que tenían que franquear y que era el terraplén ferroviario sobre el cual se sustentaban las vías.

En la medida que se iban tendiendo los rieles del ramal ferroviario Bahía Blanca – Carmen de Patagones, se contempló la ejecución de puentes y alcantarillas sobre cursos naturales de agua y en sitios claves donde por la pendiente del terreno escurría o  drenaba  el agua excedente de las precipitaciones pluviales. Con posterioridad el ferrocarril se fue adaptando y participando de un nuevo escenario que se comenzaba a gestar, en base al desarrollo agropecuario de esta zona, cada vez más demandante del aprovechamiento del agua del Río Colorado. Por ejemplo se ejecutó en su terraplén que cruzaba transversalmente el Valle Bonaerense del Río Colorado distintas obras de alcantarillado y desagües que permitían la conexión de distintos canales de riego en esta región.

 Lo señalado en el párrafo anterior generaba que el ferrocarril participara o interviniera de manera indirecta pero permanente de todos aquellos proyectos de irrigación de esta zona que debían flanquear la traza ferroviaria para permitir a futuro el desarrollo de la zona antes indicada. 

En función a lo anteriormente expresado y en base a antiguos registros ferroviarios se ha podido determinar que uno de los primeros proyectos de riego de gran envergadura en nuestra zona de estudio fue llevado a cabo sobre la margen derecha del Río Colorado. Se realizó en el extremo norte del Partido de Patagones, más precisamente, en el Campo del  Colorado propiedad de Juana E. de Pradere, el cual en el año 1896 se dividiera en 3 fracciones -que constan en este proyecto- que se pasaron a denominar La Providencia, Los Álamos y San Francisco.

El plano del estudio de riego antes señalado fue concluido en Buenos Aires en Agosto de 1912 por T. Pegoni, en escala 1:20.000. El proyecto de irrigación  comprendía unos 432 km2 (36 km x 12 km) y tenía como epicentro la estación ferroviaria Juan A. Pradere. Además contenía como referencia junto al Río Colorado las estancias de San Francisco, Los Álamos, La Providencia y Santa Elena; incluso indicaban las instalaciones de Fortín Mercedes.

El proyecto estaba dividido en 2 secciones que en conjunto contenían un relevamiento minucioso de todos los relieves o niveles del sistema de irrigación. El estudio en sí contemplaba la ejecución de 5 canales, con sus respectivas tomas, sobre la margen derecha del Río Colorado. A estos canales se los pasó a denominar: Canal de San Francisco, Canal de Los Álamos, Canal de La Colonia, Canal de La Providencia y Canal de Las Lomas Negras. La extensión aproximada de cada uno de ellos era de 8.500 m., 9.000 m., 7.500 m., 22.000 m. y 38.000 m. respectivamente.

Los Canales de San Francisco y de Los Álamos se encontraban interconectados, siendo uno y otro los más próximos al río, corriendo paralelos al mismo y no trasponían el terraplén ferroviario ya que ambos nacían al este del mismo. Los otros 3 canales restantes cruzaban el terraplén. El Canal de La Colonia lo hacía a 6.200 m. al norte del eje del cuadro de estación Juan A. Pradere[1], el Canal de La Providencia a 4.540 m. al norte del eje del cuadro de estación  mientras que el Canal de las Lomas Negras interceptaba el terraplén en cuestión a 1.730 m. al sur  del eje del cuadro de estación.

En total el presente estudio contemplaba unos 85.000 m. de extensión de canales para riego a lo largo de unas 43.200 has. de campo, convirtiéndose en uno de los primeros proyectos de irrigación de gran envergadura  de que se tenga referencia en el extremo norte del Partido de Patagones. 




Proyecto de Irrigación del río Colorado en 1914 para la zona de Hilario Ascasubi.

Según consta en antiguos archivos ferroviarios, durante el año 1914 en la zona que comprende a HilarioAscasubi ya se encontraba en pleno desarrollo un importante proyecto de irrigación del Río Colorado, que permitiría el progreso en esa franja del Valle Bonaerense.

En Agosto de 1912 la estación ferroviaria de Hilario Ascasubi fue habilitada al servicio de pasajeros y cargas. Ese acontecimiento aceleró el crecimiento de esa zona impulsada por la actividad agropecuaria. El aprovechamiento de las aguas del Río Colorado se convirtió en una de las primordiales metas de los productores de ese valle que pronto comenzaron a delinear diversos canales de riego que se convertirían en los cimientos de un eficiente sistema de irrigación que se desarrollaría a futuro en el Valle Bonaerense de Río Colorado.


Foto tomada desde el puente ferroviario a la altura de Pedro Luro, mostrando aguas arriba este curso de agua que es la espina dorsal del sistema de riego en el Valle Bonaerense de Río Colorado. A la derecha de la imagen puede observarse la antigua defensa de rieles erigida por el F.C.S. cuya función,  varias décadas atrás, consistía en proteger de los efectos de la erosión hídrica al extremo norte del puente.



Foto parcial del centenario plano de 0,70 m x 1,80 m, en donde se delineaba por entonces un ambicioso proyecto de irrigación de 22.693 has. que rodeaba la estación ferroviaria de Hilario Ascasubi.


Como consecuencia de que a este sistema de irrigación, en ocasiones, se le interponía el terraplén ferroviario, el ferrocarril seguía muy de cerca estos proyectos para acompañarlos con la ejecución de las correspondientes obras de puentes y alcantarillas. Hoy una investigación llevada a cabo, tomando como base la información extractada de antiguos archivos ferroviarios, nos revela el estado de desarrollo en el que encontraba el sistema de irrigación del Río Colorado en la zona de Hilario Ascasubi un siglo atrás.

Tal lo pone de manifiesto un plano de registro ferroviario, titulado “Río Colorado Irrigation Proyect 1914” del 13/10/1914 y dibujado por V. Alcock, ya se encontraba por entonces en pleno desarrollo el proyecto de un sistema de canales de riego con un límite de área irrigable de 22.693 has. que envolvía la estación ferroviaria de Hilario Ascasubi.

El proyecto en cuestión contaba con un ingreso regulado de las aguas del Río Colorado en la margen izquierda del mismo. El canal principal tenía una extensión de 23 km para pasar a convertirse en afluente principal de 29 km de largo y 12 canales de distribución cuya medidas eran: Canal 1: 13,5 km , Canal 2: 13,5 km, Canal 3: 3,8 km, Canal 4: 4,1 km, Canal 5: 3,1 km, Canal 6: 7,1 km, Canal 6ª : 6,7 km, Canal 7: 3,2 km, Canal 8: 6,8 km, Canal 9: 5,5 km, Canal 10: 6,8 km, Canal 11: 3,8 km. Además poseía 2 desagües cuyas extensiones eran las siguientes: Desagüe 1:  20,8 km y Desagüe 2: 21,5 km.

Del proyecto de irrigación antes descrito, al momento de ser presentado el mismo en Agosto de 1914, todo se encontraba en proceso de ejecución exceptuando 6,5 km del canal afluente principal, 1,2 km del Canal de Distribución 8 y 6,8 km de la totalidad del Canal de Distribución 10. Es decir que de los 172,2 km de canales que delimitaban el área irrigable  antes señalada ya se hallaban en desarrollo 147,7 km de canales e incluso con el regulador cabecera de ingreso de agua del Río Colorado.

Este proyecto de irrigación cruzaba en tres puntos las vías férreas, dos al sur de la estación Hilario Ascasubi (el Canal de desagüe 1 y el canal afluente principal) y uno al norte de dicha estación (el Canal de desagüe 2). Además con la ejecución de este proyecto se veían beneficiados parte de los campos propiedad de: Juan Shaw, Eduard E. Shaw, Petrona de Bordeu, Pedro Luro e Hijos, A. Álvarez, F. Flores, Sociedad Anónima de Colonización Sta. Catalina e incluso tierras pertenecientes al por entonces Ferrocarril Pacifico.

Sin lugar a dudas el proyecto que hoy es analizado se convirtió en uno de los primeros jalones que permitió la transformación del Valle Bonaerense del Río Colorado en una región próspera y pujante.

                                                      


El límite entre la zona bajo riego y de secano en el partido de Villarino.Una visión desde la vía.

El corredor ferroviario Bahía Blanca – Carmen de Patagones, atraviesa de norte a sur el Partido de Villarino. A lo largo de este Distrito, cuenta con 93 km de vía principal y 5 estaciones intermedias[1]: Ombucta, Teniente Origone, Mayor Buratovich, Hilario Ascasubi y Pedro Luro. Las dos primeras estaciones comprenden 59 km de vía principal y se ubican en la zona de secano del Partido, mientras que las 3 restantes se hallan en el área bajo riego. El límite físico de estas zonas sobre el corredor ferroviario se encuentra  en un canal de riego secundario administrado por Corfo Río Colorado[2], denominado canal 14 bis norte, ubicado 2.900 m al norte de la Estación Mayor Buratovich, más precisamente en el km ferroviario 716,549 del ramal Bahía Blanca – Carmen de Patagones.



Foto tomada desde una formación ferroviaria circulando en proximidades a una de las 2 cadenas de médanos del Partido de Villarino que cruzan las vías férreas del ramal Bahía Blanca-Carmen de Patagones.

Circulando por ferrocarril en el trayecto antes indicado, se puede observar dos paisajes bien definidos, los cuales acentúan aún sus contrastes en épocas o períodos de escasa precipitación pluviométrica. En el norte del Partido de Villarino se desarrolla la explotación mixta agrícola-ganadera, que presenta una agricultura tradicional concentrada en la producción de trigo y la producción ganadera basada principalmente en verdeos invernales. Dichas actividades se encuentran potenciadas y con mayor desarrollo en la zona sur del Partido de Villarino, concretamente en la zona bajo riego en donde además han tomado impulso el cultivo de maíz, girasol, alfalfa, cebolla e incluso la fruticultura.

Al norte del canal 14 bis norte parte del trayecto de las vías férreas se encuentra franqueado por 2 cadenas de médanos inactivos, debido a su cobertura vegetal existente, producto de la  vegetación natural del lugar. Asociadas a suelos arenosos se encuentran especies como el junquillo, olivillo, tupe, pasto amargo. En cuanto al estrato herbáceo del sector es predominantemente graminoso encontrando: cebadilla pampeana, flechilla fina, pasto hilo, paja vizcachera, trébol de carretilla, alfilerillo.

En ese sector de médanos no existen hasta la fecha antecedentes de acumulación de arena sobre las vías que hayan puesto en riesgo la normal circulación de trenes en este trayecto ferroviario, exceptuando en el sector de los 10 pasos a nivel ubicados entre las estaciones Ombucta y Teniente Origone, que son en la actualidad los que generan una mayor problemática en lo que respecta a la acumulación de arena sobre la vía durante épocas de vientos combinados con sequías.

Foto en la que se evidencia la periódica acumulación de arena en los P.A.N. ubicados entre las estaciones Ombucta y Teniente Origone.

En algunas ocasiones para comprender aún mejor lo que representa una zona asistida bajo riego, como el caso del Partido de Villarino, tan sólo basta observar los campos contiguos a la zona de la vía cuando se viaja por ferrocarril y realizar un paralelismo entre los que se ubican en la zona del secano y los que se encuentran en la zona bajo riego. Las diferencias en el paisaje enfatizan los beneficios de contar con un proyecto de irrigación regional eficiente.



[1] Además existe un Apeadero en la laguna “La Salada” entre las estaciones Hilario Ascasubi y Pedro Luro.

[2] Corporación de Fomento del Valle Bonaerense del Río Colorado: ente que en la actualidad mantiene bajo riego más de 140.000 hectáreas empadronadas del valle bonaerense del Río Colorado, comprendido entre Mayor Buratovich y Villalonga.




El retroceso de la desertificación en campos linderos al ferrocarril entre las Estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi. Una visión ferroviaria.

Los campos adyacentes a la zona de vía entre las estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi se encontraron varias décadas expuestos a un fenómeno de marcada desertificación. En la actualidad son un ejemplo de cómo el hombre puede revertir este escenario.

 Introducción

El objetivo del presente trabajo es analizar el proceso de desertificación al que se encontraron sujetos los campos ubicados junto a la zona de vía entre las estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi, a través de una evaluación de los efectos y magnitud del avance de la arena sobre los rieles en este tramo de la red ferroviaria, producto de una significativa erosión eólica ocurrida en los campos linderos y que afectó las vías férreas, estableciendo fechas de estos sucesos y circunstancias que permitieron revertir esta situación.

Metodología

Se realizaron varios viajes por vía, tanto en tren como en vehículos menores, en el sector de estudio y se llevaron a cabo distintas entrevistas a personal ferroviario y ex ferroviario que se desempeñan y desempeñaron su actividad en el corredor ferroviario Bahía Blanca - Carmen de Patagones, que tuvieran conocimiento y relación directa con la situación de acumulación de arena sobre las vías al sur del Partido de Villarino. Se indagaron antiguos archivos ferroviarios donde se hallaron informes y fotos de la invasión de arena sobre la vía entre las estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi. Se llevaron a cabo comparaciones de la información obtenida con el escenario actual determinando diferencias y estableciendo conclusiones.

Resultados

El corredor ferroviario Bahía Blanca – Carmen de Patagones, atraviesa de Norte a Sur el Partido de Villarino, a lo largo de este Distrito. Cuenta con 93 km de vía principal y 5 estaciones intermedias[1]: Ombucta, Teniente Origone, Mayor Buratovich, Hilario Ascasubi y Pedro Luro. En el caso particular de las estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi[2] las separara una distancia de 13,146 km (medida de eje a eje de ambos cuadros de estación). Los suelos de los campos linderos a la zona ubicada entre ambas estaciones son de escasa cohesión, con poco contenido orgánico y reducida capacidad para la retención de agua. Los mismos si quedan desprovistos de la cobertura vegetal autóctona, sumado a la acción de fuertes vientos y a una escasa presencia de lluvias, pueden llegar a gestar un proceso de erosión eólica. Hoy día la franja bajo estudio se encuentra dentro de la zona bajo riego del Partido de Villarino, un factor esencial que contribuyó para revertir una situación compleja como la antes planteada.

Antes de desarrollarse ampliamente esta zona de riego se presentaron importantes problemas de erosión eólica provocados por una agricultura tradicional concentrada en la producción de trigo y la producción ganadera basada principalmente en verdeos invernales, siendo la precipitación promedio anual del Partido de Villarino de 516 mm.

La primera información hallada con referencia a una severa acumulación de arena por encima de los rieles en el área de estudio, según fuentes del F.C.S. datan entre el 28/10/30 y 31/12/30 entre las estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi, más precisamente entre los km ferroviarios 726 y 727. Allí se tuvo que trabajar con las denominadas tipo “palas buey” para retirar arena que había avanzado sobre la vía por los efectos de una prolongada sequía y los fuertes vientos reinantes. El dato curioso es que mientras el F.C.S. en el km 727 trabajaba denodadamente, utilizando todos los recursos disponibles para contener el avance de la arena sobre la vía, a escasos 27 km al sur de este lugar, el 27/11/30, el Río Colorado registraba la crecida mas importante que diera lugar durante la gestión del F.C.S. en el ramal Bahía Blanca – Carmen de Patagones, inundando un amplio sector de los campos linderos a Pedro Luro y Juan A. Pradere. (Ver Boletín Nº60 Caminos de Hierro en Bahía Blanca Ferrocarril del Pago Chico) 

Se encontraron antecedentes de invasión de arena sobre las vías en el Partido de Villarino que datan del periodo 1918-1940 [1] en el cual se observa que durante el mes de Diciembre del año 1936  entre las estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi la arena se depositó sobre la vía en un ancho de 350 m y con una altura de 2,50 m.

En un libro publicado por un prestigioso Superintendente Divisional del por entonces Ferrocarril Sud y representante de la gerencia de la misma empresa en Bahía Blanca, Arturo H. Coleman, se documentó el suceso fotográficamente, precisando el sitio en el km 727 entre las estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi, foto que es reproducida a continuación.




Arturo H. Coleman en su libro “Mi vida de Ferroviario Inglés en la Argentina”, escribe: “He conocido muchos campos en que las vías del ferrocarril, al tenderse, lo fueron sobre la superficie llana, es decir, a nivel con los terrenos que la rodeaban. En ciertos tramos aparecen ahora altas barrancas de arena acumulada. Verdaderos médanos, pugnando por superar las defensas que se colocaron para impedir que los rieles fueran cubiertos. Se tuvieron que levantar los alambrados y hasta los postes del telégrafo a medida que crecía la montaña, empleándose mucho personal y dinero para mantener libre la vía, ya que 

cualquier descuido en contrarrestar el avance de la arena, hubiera causado la interrupción del tráfico”[1].

Uno de los factores que siempre ha contribuido en la acumulación de arena sobre la vía en nuestra franja de estudio, es el efecto de las importantes sequías que suelen afectar dura y periódicamente los sistemas productivos de la zona, y que generan marcados déficits hídricos. Para establecer un parámetro de comparación, la media anual del Partido de Villarino es de 516 mm.

Precipitación pluvial anual en mm. en estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi  periodo 1936 - 1945

 

Años

Estación

1936

1937

1938

1939

1940

1941

1942

1943

1944

1945

M. Buratovich

318

341

231

465

562

323

301

524

526

578

Hilario Ascasubi

354

304

166

485

475

300

285

446

459

529

promedio

336

322,5

198,5

475

518,5

311,5

293

485

492,5

553,5

déficit hídrico

-180

-193,5

-317,5

-41

2,5

-204,5

-223

-31

-23,5

37,5

déficit hídrico en 10 años

-1.214

Fuente: FF.CC Sud, Oeste y Midland. 1947.  Guía Comercial 16

 

Precauciones de velocidad en circulación de trenes entre estaciones

Mayor Buratovich -Hilario Ascasubi km 719 a km 732

Periodo 1936 – 1945

 

Precaución

Periodo

Ubicación km y palo[2]

Extensión

Sin precaución

Hasta el 09/10/38

-

-

5 km/h

10/10/38 al 13/11/38

722 p.5 al 723 p.3

846,12 m

5 km/h

14/11/38 al 12/02/39

722 p.5 al 723 p.3

846,12 m

727 p.9 al 727 p.11

153,84 m

5 km/h

13/02/39 al 26/02/39

722 p.5 al 723 p.3

846,12 m

5 km/h

06/03/39 al 18/06/39

722 p.5 al 723 p.3

846,12 m

727 p.9 al 727 p.11

153,84 m

5 km/h

19/06/39 al 01/10/39

722 p.5 al 723 p.3

846,12 m.

5 km/h

02/10/39 al 28/01/40

725 al 726

1000 m

Sin precaución

29/01/40 al 12/09/43

-

-

15 km/h

13/09/43 al 21/11/43

722 p.11 al 723 p.1

230,76 m

15 km/h

22/11/43 al 18/06/44

725 p.3 al 725 p.7

307.68 m

5 km/h

19/06/44 al 11/03/45

725 p.3 al 725 p.7

307.68 m

Sin precaución

Desde de 12/03/45

-

-

             Fuente: Boletines de Servicio del F.C.S.

 

Comparando los 2 cuadros anteriores, se puede apreciar, que luego de 2 años y 10 meses con un marcado déficit hídrico, se establecen precauciones de velocidad[3] en la circulación de trenes para determinados sitios críticos. La arena de los campos linderos al ferrocarril, era arrastrada por el viento y se depositaba sobre la vía, situación que generaba la inmediata intervención del personal de la cuadrilla de Vía y Obras a los efectos de revertir 

esta situación. Se evitaba de esta manera algún descarrilo o interrupción temporal del tráfico ferroviario por estos lugares castigados por la erosión eólica.

 

Para principios de 1940 y por un lapso de casi 3 años y 9 meses, se retiraron las precauciones de velocidad a causa de la acumulación de arena sobre la vía. No obstante se implementaron nuevamente  entre Septiembre de 1943 y Marzo de 1945.

 

En resumen es importante destacar que a lo largo de los 10 años analizados, en el que existió un promedio de déficit hídrico sumamente relevante, tan solo en 2 años y 3 meses no existieron precauciones de velocidad a causa de la invasión de arena sobre la vía en el trayecto Mayor Buratovich – Hilario Ascasubi.

 

El período 1936 – 1945 en el que existió un significativo movimiento de arena en nuestra área de estudio, fue acompañado por un importante déficit hídrico de arrastre: 1.214 mm. Si se tiene presente que la media anual del Partido de Villarino es de 516 mm., equivaldría a decir que a lo largo de estos 10 años se perdieron algo más de 2 años y ¼ de lluvia.

En diversos sectores de la franja en estudio, se plantaron tamariscos y cañas donde existió en su momento riesgo de invasión de arena sobre la vía, muchos de los cuales perduran hoy y son mudos testigos de lo acaecido varias décadas atrás.

En el Partido de Villarino, como consecuencia de los vientos predominantes del noroeste, el riesgo de invasión de arena sobre la vía, era oportunamente mucho más elevado del lado Oeste o continental del corredor ferroviario que del Este o marítimo.

En la actualidad, a lo largo del Partido de Villarino, y particularmente en nuestra franja bajo estudio, la vía es patrullada permanentemente por el personal de vía y obras de la U.E.P.F.P[1]. Entre otras tantas tareas tiene a su cargo despejar de arena los pasos a nivel.



[1] Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial

 


La vía Patagones paralizada por la invasión de arena sobre sus rieles.

El Partido de Patagones es el Distrito de la Provincia de Buenos Aires con el régimen de lluvias más bajo. Las precipitaciones en esta región, en promedio decrecen de 490 mm. al norte bajando paulatinamente hasta 380 mm. al sur. Es así que la precipitación registrada durante los años 2007, 2008 y 2009 fueron 287,5 mm., 198 mm. y 195,5 mm. respectivamente [1] , encontrándose muy por debajo del registro medio establecido.

Producto de la sequía antes descrita, y combinada con fuertes vientos, deforestación y un manejo inapropiado de la agricultura se generó, en la zona del secano de Patagones, un fenómeno de erosión eólica que propició que gran parte del material particulado de los suelos

de los campos se depositara sobre la vía. Tal escenario obligó a las formaciones  ferroviarias que circulaban por este ramal a ir acompañadas por personal de vía y obras que actuaban como “paleadores” despejando la vía de arena en la medida que avanzaba el tren evitando de esta manera algún posible descarrilo pero a su vez generando importantes demoras.

En la medida que se agudizaba la sequía, el viento arrastraba los cardos secos contra los alambrados de los campos. Estos eran tapados por la arena proveniente de los mismos campos, generando médanos que avanzaban sobre la zona de vía, incluso llegando en ocasiones a tapar los rieles.

 


 En la foto se ve un médano invadiendo la vía en el km 865 entre las Estaciones J.B. Casas y Cardenal Cagliero, a pocas horas de haber llovido 11 mm. en la zona el día 5/09/09. (Imagen Ing. Agrónoma Viviana P. Conti

Para el año 2009 el paisaje de los campos linderos a la zona de vía era desolador.

Era inimaginable que esas tierras hasta no hacía mucho tiempo atrás permitían cosechar trigo o incluso alimentar con sus pasturas a la hacienda.

 




Foto tomada en Mayo de 2009 en el km 806 de la vía Patagones, 5 km al norte de la estación Emilio Lamarca. (Imagen Ing. Agrónoma Viviana P. Conti)

Incluso la magnitud del avance de la arena sobre los rieles alcanzó una dimensión tal que demandó el uso de equipo mecánico para conservar en operaciones este ramal férreo.

 


En pleno secano del Partido de Patagones equipos mecanizados desobstruyendo sectores de la vía que habían sido cubiertos por completo con arena de medanos que se instalaron junto a la vía producto de la voladura de los suelos de los campos linderos.

A pesar de todos los trabajos realizados por el personal de vía y obras, y las tareas llevadas a cabo por los equipos mecanizados, la acumulación de arena alcanzó tal magnitud que la circulación ferroviaria por este ramal se suspendió el 26/12/09. El mismo se restableció el 14/08/10, pudiéndose llegar hasta la localidad de Stroeder, convirtiéndose en el punto más extremo al sur de este ramal al cual se podía acceder por tren. En distintos puntos de los 90 km que separan a Stroeder de Carmen de Patagones se había depositado tal magnitud de arena sobre el trazado ferroviario generando una situación de tal dimensión, que momentáneamente la concesionaria ferroviaria -al no disponer de los recursos para retirarla del lugar- había optado por interrumpir el servicio en este sector.

Tiempo después el servicio en el ramal a Patagones se restableció merced a la utilización intensa de medios mecánicos y la disipación de la sequía con el regreso de las lluvias a la región. Es así que el 17/08/11 un tren especial de SEFEPA vacío (compuesto de la locomotora Nº 9070 traccionando el coche cine Nº 610, el coche comedor Nº 1917 y los coches Pullman Nº 600, 557 y  544) partió de Viedma con destino a Ing. White. Se convirtió en la primera formación ferroviaria en transitar la totalidad del corredor ferroviario – Carmen de Patagones luego de 20 meses de interrupción a causa del avance de la arena sobre los rieles en el secano del Partido de Patagones. Este episodio dejó un legado: se debe hacer un uso responsable de los suelos cultivables y cuidar lo que queda del monte nativo del secano de Patagones para no peregrinar por una experiencia como la detallada en este artículo. Una dura lección no solamente para el ferrocarril, sino también para productores de la región y para todos los que habitan esta zona porque el medio ambiente nos pertenece y es responsabilidad de todos.

 



Nubes de polvo en la línea a Patagones.

Por el verano de 1932, un diario local publicaba las molestias ocasionadas, a los pasajeros de los trenes a Patagones, por las densas nubes de polvo que levantaban los trenes a su paso.

El recorrido más complicado al respecto se daba en el trayecto comprendido entre Pedro Luro y Patagones donde los trenes corrían casi en forma constante rodeados de polvo.

Expresaba la crónica, del diario El Atlántico del 29 de enero de 1932:

…“Todos los medios arbitrados por los pasajeros para defenderse del polvo y evitar las molestias que causa, más sensibles en esta época de fuertes y continuados calores han resultado ineficaces. Se ven forzados por lo tanto a realizar gran parte del viaje completamente cubiertos de polvo que penetra por las aberturas que tienen los coches y por los intersticios de las ventanillas”…

No solo el polvo “ensuciaba” sino que volvía el aire prácticamente irrespirable.

Si bien el FCS  a través de sus técnicos realizó pruebas para tratar de impedir las nubes de polvo, que levantaban los trenes, no se avanzó mucho en dicho sentido, y los problemas provocados por aquel continuaron con sus molestias.

Los técnicos consideraron el riego, de las adyacencias de la vía, con petróleo o sustancias bituminosas a efectos de consolidar el suelo.

Materiales pétreos fracturados como la piedra y el ladrillo también se pensaron para cubrir la zona mencionada.

A pesar de los ensayos, con los materiales aludidos, poco fue lo que avanzó el FCS al respecto, posiblemente por un problema de costos ya que las superficies a cubrir eran extensas; además, el tema principal pasaba por la fijación de los terrenos medanosos, propios de la región, que en épocas de seca provocaban las voladuras del suelo.

Continuaba la crónica de más arriba:

…“Con la habilitación del puente sobre el Río Negro (que conectaba la vía Patagones del  FCS con la línea del Estado a Bariloche )  y el interés creciente que despiertan las bellezas de la región del lago Nahuel Huapí, la línea a Patagones, especialmente en los meses de verano está llamada a ser de activo tráfico”…”…Se impone pues remediar el inconveniente que señalamos no solo con fines de fomento turístico, sino también como medio de propender

al mejoramiento de los servicios de transporte ferroviario de pasajeros en la línea a Patagones”.

Los inconvenientes con el polvo continuaron en forma crónica por la zona mencionada y eran extensivos a la línea a Bariloche.

En la actualidad y, debido a las largas sequías que afectan a la región, continúan los mismos problemas de hace casi 80 años, con el agravante de la acumulación de grandes cantidades de arena sobre la vía, que afectan varios kms. a partir de Stroeder y hacia Patagones, por lo que el servicio local a esa localidad, desde Bahía Blanca, se encuentra cancelado desde el mes de diciembre de 2009.

 


 

El palenque de la estación Stroeder.

 Cuando el ferrocarril B.A.P. alcanza con sus rieles la localidad de Stroeder en 1913, los vehículos de calle en su gran mayoría eran traccionados a sangre. Es por ello que la empresa ferroviaria antes señalada decide instalar en la plazoleta de acceso a esta estación un palenque construido de rieles y bulones producidos, con el objeto de contribuir al orden de los caballos y carros que eran estacionados en ese sitio para trasladar a los pasajeros que arribaban o partían desde esta estación ferroviaria

Para fines del año 1935 la estación Stroeder se encontraba administrada por el F.C.S., al igual que todo el ramal Bahía Blanca – Patagones. Esta empresa proyectó mediante plano D.K. 1311/7. con fecha 26/11/35, la ampliación de la plazoleta de acceso a la estación Stroeder. Esto implicaba no solamente el desplazamiento de alambrados, sino también el traslado de su palenque, tareas que con posterioridad al proyecto fueron llevadas a cabo.

 


 Plano parcial D.K. 1311/7. de fecha 26/11/35 del F.C.S. señalando el traslado del palenque dentro de la propia plazoleta de la estación.



Vista actual del palenque de la estación Stroeder.

 

En la actualidad el palenque de la estación Stroeder, a pesar de haber transcurrido más de 80 años de su traslado se encuentra en perfectas condiciones, aunque algo despintado, pero resulta ser un mudo testigo de una época en la que carros y caballos aún reinaban sobre los automóviles y camiones, una contienda que fue ganada por estos últimos no solamente sobre la tracción a sangre, sino también con posterioridad al tren.


 El Tanque para reserva de agua en la estación Patagones.

Desde sus inicios el ferrocarril en la estación Carmen de Patagones debió asegurarse  la provisión de agua en sus instalaciones para el consumo humano, el de las locomotoras vaporeras y el de la hacienda que era despachada o recibida por tren en su cuadro de estación.

En tal sentido se destaca que en el predio antes indicado existían 2 amplios corrales y ante-corrales con 3 grandes bebederos para el ganado. Toda esta infraestructura se encontraba conectada a 2 extensos desvíos con sus respectivos embarcaderos; además se contaba con un galpón de locomotoras y numerosas viviendas del personal ferroviario, a lo cual se le debía proveer de agua tratada.

Por lo antes señalado, y atendiendo una demanda cada vez mayor del líquido elemento, en la Estación Carmen de Patagones el F.C.S. propone la ejecución de un tanque de hormigón para reserva de agua con una capacidad de 180.000 litros, lo cual fue aprobado por Resolución del 21-05-37.

 


La ejecución de esta obra fue muy oportuna, en pleno auge de la actividad ferroviaria. Tan solo en lo concerniente al transporte de hacienda desde la estación Carmen de Patagones se despacharon 1.355 bovinos y 102.733 ovinos durante el período Julio 1947 – Junio 1948.

Este tanque almacenaba el agua que era extraída del Río Negro a través de las instalaciones de bombeo ferroviaria que se encontraban emplazadas en la margen de dicho curso de agua. De allí se impulsaba a través de una cañería de 15 cm de diámetro a un tanque australiano con capacidad de 200.000 litros que cumplía la función de clarificador o decantador. Con posterioridad era tratada para potabilizarla y se la bombeaba al tanque desde donde se la distribuía a toda la red interna emplazada en la estación Carmen de Patagones.

 


La cantidad de agua que se podía almacenar en el tanque de hormigón construido por el F.C.S. era de tal magnitud que a numerosas estaciones del ramal Bahía Blanca – Bariloche que no se encontraban en condiciones de proveerse del líquido elemento por sí mismas, se les despachaba agua por tren y en vagones cisternas desde la estación Carmen de Patagones

Como dato ilustrativo se puede señalar que los últimos vagones cisternas cargados con agua y despachados desde la estación Carmen de Patagones, correspondieron a tres vagones con 35.000 litros de agua, uno con destino a la estación General Lorenzo  Vintter y dos a la estación Vicealmirante Eduardo O’Connor siendo despachados en Julio de 1992, en pleno proceso de concesionamiento de los servicios ferroviarios.

Para mediados de la década del noventa, y como consecuencia de una fuerte merma en la actividad ferroviaria no solamente en Carmen de Patagones sino también a lo largo de todo el corredor Bahía Blanca – Bariloche, la red interna ferroviaria de provisión de agua desde el Río Negro a la estación Carmen de Patagones fue desactivada. Esto ocurrió por no requerir del suministro de grandes volúmenes de agua a sus instalaciones y ser reemplazada por el servicio brindado por ABSA, prestataria del servicio de agua corriente y cloacas en la Provincia de Buenos Aires.

En la actualidad, tanto el antiguo tanque de hormigón del F.C.S como las instalaciones complementarias de la estación Carmen de Patagones se encuentran fuera de servicio y son testimonio de una de las tantas actividades que desarrollara el ferrocarril en el extremo sur del partido de Patagones.   

 


Auto Expreso Patagones: el auto que llegó primero que el tren.

Los sres. Arrigoni,  Pucci y Delucchi, con su Auto Expreso Patagones, fueron verdaderos pioneros del transporte automotor hacia el extremo sur de la Provincia,  concretamente , desde nuestra ciudad hasta Carmen de Patagones.

El primer viaje, del denominado Auto Expreso Bahía Blanca – Patagones,  se realizó  el día 15 de  noviembre de 1910, como  vemos en el mismo año que el FCBAP dió comienzos a la construcción del ramal ferroviario, a dicho destino. Antes de esa fecha los medios de transporte (colectivo), hacia Patagones, eran el barco y/o la galera.

El Comercio del sábado 07 de marzo de 1908, relataba: “Un viaje de 4 días en galera cuesta tanto como la estadía de un mes en el primer hotel de Patagones, sin contar los 4 días de calor (o frío), e incomodidades en el vehículo.........El pasaje cuesta $ 40 pero viajando muy económico le cuesta al pasajero $ 100, por lo menos y, esto merced a los hoteles.” Por el mar la cosa no difería mucho ya que: ..... “la barra tiene tambien sus caprichos, algunas veces no permite ni salir ni entrar vapor alguno durante ocho o más días, y si no tiene capricho la barra, lo tienen en cambio los agentes.............Para aquellos no importa que el vapor salga una semana más tarde de la fecha indicada.”

El Auto Expreso,  si bien debía ser tan incómodo como la galera,  era más rápido que ésta y también que el barco.

Al llegar el tren a Pedro Luro, el Auto Expreso comenzó a salir, desde allí,  hacia Patagones, realizando combinación con el tren y, haciendo lo mismo cuando el ramal llegó a Stroeder. El Auto Expreso, con base en Patagones,  también  realizó viajes hacia San Antonio.

Con anterioridad al día 15, se había realizado un viaje de BB a Patagones con invitados de la prensa. Este se efectuó el día 11 de noviembre.

Otro de los viajeros, fue el sr. Lehmann, representante de Peugeot, en Bs. As., ya  que los dos vehículos utilizados, en esa ocasión,  eran de esa marca, uno con capota de lona de 22 HP y el otro con techo metálico de 32 HP.

Los vehículos y sus ocupantes salen el día nombrado, muy temprano en la mañana, del corralón que los sres Arrigoni y Pucci tenían en calle San Martín 440.

Los primeros kms. se efectúan penosamente dado que el peor trecho; paradójicamente, era la salida de la ciudad.

En Cuatreros  tropiezan con un salitral, del que recién se había retirado el agua de mar, lo que les origina grandes dificultades cruzarlo, dado lo pegajoso del barro.

Más tarde en plena campaña los automóviles llegan a alcanzar velocidades de 70 kms/h., según las crónicas.

A eso de las 9 de la mañana, llegan  a las tierras de Pedro Luro ... “que constituyen una de las mejores estancias de la región, como extensión y como progreso. Un pequeño tren de trocha reducida da a estos parajes la nota del progreso y es uno de los notables adelantos que el sr. Luro a introducido a sus posesiones.”... a decir de la Revista Comercial  de BB, de noviembre de 1910.

 

                                                                  El auto expreso en algún lugar del recorrido


El auto expreso cruzando en balsa el Río Colorado

En esta zona abastecen a los vehículos de “bencina”. Al poco tiempo llegan a Fortín Mercedes, lugar que en lo sucesivo sería “estación” del Auto Expreso. Los viajeros almuerzan “una comida opípara”. Al continuar el viaje a pocas cuadras encuentran el Río Colorado, por lo que deben usar el servicio de balsa para atravesarlo.

Luego el “camino” continua “monótono, extendiéndose serpenteante y sin interrupción por leguas”.

Hacen breves paradas en Los Pozos y Las Jarillas, establecimientos que eran posta de las sufridas galeras.

Unas diez leguas antes de llegar a Patagones el camino se vuelve más difícil y, ya oscureciendo, prenden los faros y aminoran la velocidad. El último tramo antes de llegar a Patagones era en subida.

Bajan de los vehículos a las puertas del hotel Siglo XX, y “al momento nos vemos rodeados de multitud de curiosos que examinan detenidamente los coches y lo poco que pueden apercibir de nuestra fisonomía llena de polvo”. Por  telégrafo envían la noticia a Bahía Blanca de la “feliz llegada” a  Patagones

 


 


 


[1] Pag 52 Arturo H. Coleman

[2] La denominación palo es la referida a los postes telegráficos del ferrocarril y que se hallan dentro de la zona de vía y se ubican a lo largo de vía principal, en este caso por cada km existen 13.

[3] La mayoría de ellas a 5km/h denominada “paso de hombre” que es la más prudente para este tipo de casos.




[1] Plano F.C.S. Invasiones de arena en las vías 1918-1940, G.8417,16/12/40.


[1] Además un apeadero en la laguna “La Salada” entre las estaciones Hilario Ascasubi y Pedro Luro.

[2] Kilómetros ferroviarios de las estaciones Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi: 719,620 y 732,766 respectivamente.







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