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lunes, 7 de octubre de 2024

Boletín Caminos de Hierro en Bahía Blanca, Nº 124, set - oct 2024.

 

Caminos de Hierro en

Bahia Blanca

                                                                                          

      Ferrocarril Pago Chico

Nº 124

Caminos… es una publicación de Héctor F. Guerreiro, Bahía Blanca, Bs As, Argentina.

Año XXV   set  – oct  2024

“La colección completa de este boletín (Nº 01 al Nº 124 puede ser consultada en la Hemeroteca de la Asociación Bernardino Rivadavia”

BoletínCaminosdeHierro.blogspot.com

 

En este boletín:

Llegada de inmigrantes por los muelles del FCS en Ing. White 1911 – 1912.

Condiciones de viaje de los Inmigrantes

 

Hotel de Inmigrantes de Bahía Blanca.


Llegada de inmigrantes a Bahía Blanca por el muelle del FCS en Ingeniero White, años  1911 y 1912.

Debido a que, la inmigración europea se establecía preferentemente en la ciudad de Bs. As., y sus alrededores, se trató de encauzar una parte de la misma, hacia el interior del país, utilizando el puerto de Ingeniero White, en Bahía Blanca, a tal efecto.

Asimismo, para el alojamiento de los inmigrantes se construyó un edificio en calle Saavedra Nº 965, que estuvo ocupado por efectivos militares hasta que, en el año 1911, se destinó al uso específico, como Hotel de Inmigrantes.


El edificio del Hotel de Inmigrantes de Bahía Blanca utilizado como cuartel

Una Comisión de Inmigración se formó a efectos de realizar la recepción del primer contingente de inmigrantes y fue designado como presidente de la misma al sr. Arturo H. Coleman, Superintendente Seccional de Tráfico del FCS.

Comentaba el diario “El Censor”, en su edición del viernes 17 de febrero de 1911, sobre el nombramiento antedicho:

…“El señor Coleman como presidente de la Comisión, no dudamos que hará mucho en bien de la inmigración directa, tanto provocando su llegada, como gestionando la colocación de los inmigrantes que arriben a nuestras playas”…

 El 21 de febrero se realizaba una visita de inspección al Hotel de Inmigrantes a la que concurrieron el Secretario General de Inmigración dr. Juan Carlos Durán y el Jefe de la Oficina de Publicidad, de la mencionada repartición, dr. Antonio Giménez, miembros de la Comisión de Inmigración y representantes de diarios locales.

El sr. Infante secretario de la Comisión invitó a los presentes a conocer el hotel, realizando una visita guiada por el interior del mismo.

Abajo, tapa de la revista Ecos, de 1911, con caricatura referida al tema de la inmigración por nuestra ciudad. (Hemeroteca Asociación B. Rivadavia).


Ya estamos en Bahía Blanca Perico…

Sí… ¡Y qué amables son en este país! Han querido proporcionarnos el goce de una visita á esta ciudad antes de dejarnos en nuestro destino, que es Buenos Aires.

¡Eh!

 Decía el cronista, de El Censor, en la edición del 22 de febrero de 1911:

…“Los dormitorios son unos amplios salones que responden perfectamente al objeto  para            que se les destina; se encuentran bien ventilados y al propio tiempo reúnen las condiciones las condiciones necesarias de abrigo para la época de invierno. Las camas son todas de hierro y su forma es la más práctica para la comodidad dentro de la higiene de los que deban ocuparlas, pues en vez de muelles de alambre tienen una fuerte loneta que sin trabajo alguno se pueden quitar cuando se desee.


En esta imagen de la Revista Mundo Argentino, de 1911 (Hemeroteca Asociación B. Rivadavia), podemos observar, en el lado izquierdo, el vapor “Santos” atracado al muelle de hierro (en T) del FCS, en White, a la derecha los coches del tren que llevaría a los inmigrantes hacia Bahía Blanca, los dos coches con sobretecho habían pertenecido al FCBAPE (FC.Buenos Aires a Ensenada).

El comedor también es amplio y posee el número de mesas que cómodamente se puedan colocar; sus paredes se hallan  blanqueadas, los pisos escrupulosamente aseados y hay en el salón suficiente números de bombillas eléctricas, aunque según entendemos, su uso no será necesario, pues las horas de las comidas, aún en tiempo de invierno son aquellas en que la luz natural no ha sido sustituída todavía por las tinieblas de la noche.

La cocina es una pieza de regular tamaño y que cuenta con los aparatos necesarios, encontrándose lista para prestar servicios a la llegada de los inmigrantes; nada falta allí y hasta los más insignificantes detalles han sido atendidos para que no haya retraso en las comidas y todo funcione de la manera más conveniente.

Lo que por ahora sufre deficiencias es el servicio de enfermería, pues no hay más que una pequeña pieza para recibir unos pocos enfermos y no existen las drogas necesarias para atender a su curación; sin embargo como se supone que cuando el desembarque les es permitido a los inmigrantes es porque gozan de perfecta salud, las enfermedades en el hotel serán apenas casos excepcionales, los que podrán atenderse en la pequeña sala destinada a enfermería, si no se trata de enfermedades graves.

Además el secretario sr. Infante nos informó que está en la mente de la Comisión mejorar esta deficiencia pues ha sido imposible atender en poco tiempo a tantos detalles.

En el centro del hotel se levanta otro gran salón que será utilizado como dormitorio, llegado el caso; ahora se está preparando convenientemente por ser allí donde ofrecerá su conferencia el secretario del departamento de inmigración sr. Durán.

La Comisión de Inmigración no se a limitado a atender a las necesidades corporales que puedan tener los inmigrantes, sino que también considerando que entre ellos no faltarán algunos que tengan afición por las letras, ha destinado un salón para lectura. Ciertamente que éste es muy pobre, pues solo cuenta con algunos folletos del Ministerio de Agricultura, pero se espera que más tarde sea posible hacer adquisición de un número conveniente de libros.

En las paredes de éste salón hay mapas de la República Argentina y especialmente de la provincia de Buenos Aires, lo que a nuestro juicio es muy plausible, pues en ésta forma adquirirán los inmigrantes conocimientos destinada a enfermería, si no se trata de enfermedades graves.

Además el secretario sr. Infante nos informó que está en la mente de la Comisión mejorar esta deficiencia pues ha sido imposible atender en poco tiempo a tantos detalles.

En el centro del hotel se levanta otro gran salón que será utilizado como dormitorio, llegado el caso; ahora se está preparando convenientemente por ser allí donde ofrecerá su conferencia el secretario del departamento de inmigración sr. Durán.


El vapor “Santos” de la Cía. Hamburg Sudamerikanisch Dampfschiffahar Gesehschaft, de 4855 toneladas, botado en 1898,  primero de los buques en llegar al muelle del FCS en Ingeniero White, con inmigrantes, el 26 de febrero de 1911.

En las paredes de este salón hay mapas de la República Argentina y especialmente de la provincia de Buenos Aires, lo que a nuestro juicio es muy plausible, pues en ésta forma adquirirán los inmigrantes conocimientos admirados de semejante recibimiento. Estaba presente a su llegada , hasta una banda de música.

Posiblemente las atenciones de que fueron objeto en Bahía Blanca, colmaran cuantas ilusiones sobre la Argentina se habían formado”…(2)

La Comisión de Inmigración no se a limitado a atender a las necesidades corporales que puedan tener los inmigrantes, sino que también considerando que entre ellos no faltarán algunos que tengan afición por las letras, ha destinado un salón para lectura. Ciertamente que éste es muy pobre, pues solo cuenta con algunos folletos del Ministerio de Agricultura, pero se espera que más tarde sea posible hacer adquisición de un número conveniente de libros.

El día 27 por la tarde el dr. Durán y una comisión de vecinos formada por Carlos Marenco, de la agencia del vapor Santos, Horacio Guido, Antonio Infante y Arturo H. Coleman ofrecieron una fiesta a los “supuestos” nuevos vecinos. Durante la misma el secretario de Inmigración dirigió un saludo a los recién llegados:

…“ explicándoles las posibilidades que el país otorgaba a todos los hombres que quisieran establecerse en él con sus familias, para trabajar en bien de la nación y en provecho propio y declaró inaugurado oficialmente el Hotel y con ello la entrada por Bahía Blanca (por su puerto) de sucesivos contingentes inmigratorios”…(3)

Pese a los agasajos, y demás, la inmensa mayoría de los recién llegados pidieron al doctor Durán, que les facilitara el traslado a Buenos Aires donde contaban con familiares y conocidos.

Aunque con ello fracasaba el propósito de la Dirección de Inmigración, de establecer grupos de inmigrantes en el interior de la provincia, el nombrado no tuvo más remedio que acceder al pedido.

El segundo contingente de inmigrantes que arribó a Bahía Blanca, a través del puerto de Ingeniero White, lo hizo en el vapor Santa Fé, el 01 de julio de 1911.

Tampoco los integrantes de este grupo quisieron radicarse en nuestra ciudad o en su zona de influencia por lo que se trasladaron también hacia Buenos Aires.

…“Preocupado el Gobierno para resolver la situación planteada con la irresistible atracción que Buenos Aires  ejercía sobre los inmigrantes, hizo que visitara a Bahía Blanca, el 08 de julio de 1911, el dr. Cigorraga, con el propósito de cambiar ideas con el gerente del Banco de la Nación, don José Coelho, y los miembros de la Comisión Local de Inmigración, y preparar una reunión de comerciantes, industriales, hacendados y demás fuerzas vivas, para encontrar una solución al problema de radicar a los inmigrantes en la región. El doctor Cigorraga quería también interesar la buena voluntad de las autoridades, a favor del desenvolvimiento de la oficinas de inmigración”… (4)

Durante la reunión mencionada se propuso la formación de otra comisión (Comité Pro Inmigración), para que se encargara de realizar, de modo efectivo, la radicación de los inmigrantes en Bahía Blanca y zona.

Este comité quedó formado de la siguiente manera:

presidente, Rufino Rojas, vicepresidente, Diego Geddes, secretario, Enrique Julio y pro-secretario Pedro Claise.

Como corolario de la reunión efectuada se enviaron dos telegramas:

“Presidente de la Nación, Buenos Aires.

Los que suscriben, vecinos de Bahía Blanca reunidos bajo la inspiración del distinguido Director de Inmigración doctor Manuel Cigorraga en el local del Banco de la Nación Argentina, han resuelto, adictos como son al programa que sobre la materia ha formulado V.E. y de su laborioso colaborador el señor Ministro de Agricultura, constituir un comité popular de inmigración de modo de propender se haga efectivo de un modo eficiente la radicación del inmigrado en los pueblos de ésta región y sus zonas tributarias, todo lo que se propone obtener por medios prácticos poniendo al servicio de la idea los entusiasmos más decididos de su patriotismo y los sentimientos de solidaridad por el progreso de la república y el mayor suceso del gobierno de V.E.”

El otro telegrama fue remitido al Ministro de Agricultura, con el siguiente texto:

“A S.E. el señor Ministro de Agricultura doctor Eleodoro Lobos, Buenos Aires:

El señor doctor Cigorraga, cuyos prestigios sabe estimar el pueblo de Bahía Blanca, ha tenido la feliz inspiración de reunir en el local del banco de la Nación Argentina a lo más significado de éste vecindario y después de haberle expuesto el programa inmigratorio de la República, en lo que se particulariza con Bahía Blanca, ha podido constituir un comité Pro-Inmigración, decidido a secundar sus propósitos en la forma práctica que mejor resulte para el prestigio del país y la radicación eficiente del inmigrante en nuestro suelo.

A la vez de aplaudir efusivamente la actitud del señor Director de Inmigración, la reunión numerosa constituída en éste momento, ha resuelto por aclamación enviar a V. E. éste saludo de aplauso y ponderarle su decidido empeño por cooperar a que el programa inmigratorio de S. E. el Presidente de la Nación, tenga en Bahía Blanca un colaborador entusiasta y eficiente.”

Los asistentes a la reunión fueron:

José Coelho, J.P.Simpson, Rogelio D. Chambost, Lázaro Costa, Dámaso Zubieta, Carlos Blessing, José Iturraspe, J. Julianez Isla, Mauro Freyre, Valentín Vergara, Norman M. Geddes, Augusto Guimaraes, Julián Pawly, Rifaut, Gervasio Diez, Arturo H. Coleman, Guillermo González, Angel brian, Juan Coelho, Jorge Moore, José M. Gorchs, B. Gutierrez, Ricardo M. Rosas, Francisco C. Cordero y Urquiza, E. López Martinez, Enrique Julio, Ricardo Ducós, Juan G. Franzetti, Juan Cámara, Fermín Faure, Rieggio Carneiro, J. A. Sureda, Ramón Olaciregui, Emilio Duprat, Antonio Aguirrezabala, Tiburcio Alcaín, Rufino Rojas, Juan M. Dallier, Tomás Gauss, José Croft, Francisco Cantón, Diego Bada, Isidro Pérez, S. Magazanic, Desiderio Rendón.


Vapor “Santa Rita” de la Cía. Hamburg Sudamerikanisch Dampfschiffahar Gesehschaft, de 4752 toneladas, botado en 1905.


En octubre de 1912 llega a Ingeniero White el vapor “Santa Rita” con 210 inmigrantes.

De esa cantidad unos 150 fueron repartidos entre La Pampa y la línea férrea a las provincias de Cuyo.

Los 60 restantes quedaron en Bahía Blanca hasta que fueron distribuídos en la zona.

Arturo Coleman tomó participación activa, a efectos de encontrarles empleo y ubicación, actitud que le valió un reconocimiento por parte de la Dirección de Inmigración.

Según Arturo Coleman, el Santa Rita, fue el tercero, y último vapor, que trajo inmigrantes por el puerto de Ingeniero White.

Según el diario El Censor, del 06 de noviembre de 1912, el vapor, “Santa Fe”, de la Compañía Hamburgo Sudamericana, con 1460 inmigrantes había llegado al puerto de Bahía Blanca.

Los médicos del Departamento de Higiene doctores Cattaneo y Lucero constataron a bordo del navío un caso de viruela.

Comentaba el diario mencionado:

…“Los médicos que no conocían el procedimiento a seguir en este caso se dirigieron telegráficamente al Departamento Nacional de Higiene para saber qué actitud adoptarían”…


Afiche de la Cía Hamburgo Sudamericana

En sucesivas ediciones del diario en cuestión y de otros diarios de la ciudad, no se hace mención al desembarco de los inmigrantes que llegaban a bordo del Santa Fé, por lo que suponemos que el mismo no se efectuó y, probablemente, el barco fue derivado a Buenos Aires, a efectos de la cuarentena de rigor, en esos casos. Por lo que quedan además confirmados los datos de Mr. Coleman, mencionados anteriormente en el texto, de que la cantidad de vapores con inmigrantes fue tan solo de tres.

 

(1), (2), (3) y (4) Mi vida de ferroviario inglés en la Argentina, Arturo H. Coleman.

 

Condiciones de viaje de los Inmigrantes

Con respecto a las condiciones de viaje de los inmigrantes, en el vapor Santa Rita, una crónica del diario “El Tribuno” expresaba;

“Examinando la acomodación en que se ha hecho el traslado de esos inmigrantes de Europa a Bahía Blanca, la consideramos mala. Vapores como el Santa Rita no tienen capacidad holgada para transportar higiénicamente un número tan crecido de inmigrantes. Viajar en tales condiciones representa una angustia suprema y solo pensando en la intervención de algo providencial puede creerse que no ocurran novedades sanitarias de importancia. Pensemos ahora en la clase de alimentación en aquel caldo o puchero de pescado, revoltijo de tocino, grasa, porotos, etc., como una de las condiciones de salubridad más esenciales de transporte que aparece desvirtuada de un modo incalificable.

En cuanto a la calidad de las gentes inmigrantes, hemos logrado fácilmente en un recorrido a bordo apreciar sus verdaderas condiciones orgánicas, su mentalidad y el estado de habilitación pecuniaria.

Desde luego hay muchas familias y la gente es en general más bien joven. Pero su valor intrínseco, en mucha parte de ella, como vitalidad orgánica, como tipos de reproducción, lo que se llama buena inmigración bajo el punto de vista de la salud, tal como se clasifica en los países que controlan y fiscalizan estos motivos, es sensible decir que esa inmigración es en mucha parte de mala calidad que en Norte América hubiera sido de plano desechada e impedida de desembarcar.

Solo en un grupo de unos doscientos hombres hemos visto 16 individuos con excemas; en otros, tipos de conformación craneana y facial defectuosísima, otros de miembros deformes particularmente en mujeres de aspecto amenizado, gente de constitución empobrecida y de hábitos en extremos desaseados.

Bajo el punto de vista pecuniario nos daba idea de ello el volumen y clase de linyeras: muy pobrísimo todo.

Todo esto necesita vigilarse desde afuera, corregirse y controlarse, y sería injusto por ello hacer un cargo a la Dirección General.

Pero conviene se tome nota, de modo que allá en Europa no se deje al arbitrio de dirigirse al país, quien quiera que sea y si esto ocurre, se le ponga aquí remedio”.

Suponemos que, el cronista de “El Tribuno”, pasaría por las armas a los tipos antropológicos que no fueran de su agrado.

Si bien esta crónica ya fue publicada en nuestro Boletín Nº 49, en este boletín está corregida y aumentada. Héctor F. Guerreiro, Bahía Blanca.